Ha sido un año fantástico. Ha sido un año intenso. Ha sido un año triste. Ha sido un año inesperado. Ha sido un año tranquilo. Ha sido un año sorprendente. Ha sido un año reflexivo.
Han ocurrido tantas cosas que según en el momento que piense podría definir el 2019 de un modo diferente, pero la mejor definición es que ha sido un año de muchas "primeras veces". He vivido cosas por primera vez, he hecho cosas por primera vez, he escuchado cosas por primera vez y me he enfrentado a situaciones por primera vez.
Esto significa que he estado muchas veces fuera de la zona de confort, y por lo tanto donde está el aprendizaje, donde está el miedo, el malestar, la frustración, pero también la alegría, el descubrimiento, la felicidad.
Ha sido un año de momentos muy buenos, pero también de momentos malos.
Ha sido un año donde me he sentido comprendida y donde me he sentido totalmente incomprendida.
Ha sido un año donde he comprendido y donde no he comprendido nada.
Ha sido un año donde he comprendido y donde no he comprendido nada.
Ha sido un año donde me he sentido respetada y donde he respetado.
Ha sido un año donde no me he sentido respetada y no he respetado.
Has sido un año donde he perdonado y me han perdonado.
Ha sido un año donde me he sentido acompañada y donde me he sentido sola.
Ha sido un año lleno de kilómetros corridos y de kilómetros caminados.
Ha sido un año lleno de retos alcanzados y retos pendientes de alcanzar.
Ha sido un año donde he viajado y donde me he parado.
Ha sido un año donde he viajado y donde me he parado.
En resumen ha sido un año lleno de VIDA y es lo que le pido al 2020 más VIDA¡¡¡¡