martes, 26 de diciembre de 2017

LA LOCA DE LOS CUADROS

La mañana de Navidad de este año ha sido la más triste de mis cuarenta y cinco años, por contra tiene de "bueno" que de esta forma nunca olvidaré el día que nos dejas, olvidarte era imposible, pero eligiendo esta fecha menos. 
Te vas pero te quedas porque formas parte de mi, como dice la canción de Camilo Sexto, y eso es exactamente lo que ocurre, te quedas dentro de mi.
Desde que tengo uso de razón estás en mi vida, Llas, Foz, cerrar la playa, la movida "chupiguay", Jose, Miguel, Andrea, Chema, domingo das mozas, una guindita, las "discusiones" en San Adriano, tus sofás siempre dispuestos para mi, tu arroz con leche, tu salmón con bechamel, tus judías verdes particulares, cada uno de los regalos que me has hecho, tu cuadro colgado en mi casa (a tiempo y no para la despedida) tus consejos de madre, de amiga, siempre desde el corazón, tu risa, tus carcajadas que oigo como si estuvieses aquí, cada San Froilan, cada mes de julio en Foz, cada visita a Lugo.
Toda mi vida pasa por delante al recordarte.
Has luchado con una alegría y una dignidad que me encantaría poder tener si alguna vez me encuentro en tu situación, nos has enseñado a disfrutar en la peor de las circunstancias, y esa lucha te ha permitido conocer a tus nietos y disfrutarlos.
Ahora te vas y dejas huérfanos a tu familia y a un montón de amigos que te queremos como si fueses familia, tú ya no sufrirás más, pero nosotros si, porque no volver a ver a la gente que te hace feliz te hace sufrir, es una cuestión de egoísmo, aunque yo al mismo tiempo que mucha tristeza y pena, siento la alegría de haber podido compartir una parte de mi vida contigo.
Gracias por cada minuto que me has dedicado, nunca, nunca, nunca te olvidaré.
Te quiero.

Firmado: la loca de los cuadros