Tengo pendiente desde el año
pasado un post sobre el Camino de Santiago, así que aquí estoy oyendo una
playlist del Camino (para ambientarme) y dispuesta a contaros mis dos
experiencias.
Siempre había dicho que no haría
el Camino nunca, menos mal que los cuarenta me dieron madurez y me empujaron a
hacer cosas por primera vez, porque ésta es una experiencia vital que todo el
mundo debería vivir.
En Julio de 2013, lo hice con mi
amiga Margarita y fue simplemente especial. Hicimos el Camino Francés desde O Cebreiro, con ola de calor y mucha gente, pero
fue una experiencia irrepetible. Hacerlo con alguien que no es gallego ya es un
plus porque como los paisajes le resultan extraños y maravillosos, puedes compartir
grandes charlas sobre lo maravilloso que tenemos en Galicia (eso nos encanta a
los gallegos) y si además lo haces con alguien que te enseña que hay algo más (“epistemológica”,
arboles centenarios que te dicen cosas, y meditaciones necesarias) simplemente
hace de esa semana un conjunto de recuerdos inolvidables, y el valor de ser el
primer camino, el que nunca se olvida.
Pensé en escribir sobre las
etapas que hicimos, pero eso es algo que
se puede encontrar en cualquier guía así que simplemente os voy a contar todas
las cosas que aprendí de ese Camino:
·
Que en la vida para sobrevivir solo se necesitan
dos pantalones y dos camisetas
·
Que el exterior no importa, es más importante el
interior (menos camisetas y más bragas, ilustra muy bien este aprendizaje)
·
Cada uno debe llevar “su mochila”
·
Todos tenemos “mochilas” lo importante es
hacerla bien para que sea fácil su transporte
·
Ducharse dos veces al día es un lujo
·
Los padres a veces cargan de mochilas a sus
hijos y eso no es justo, y a veces los hijos son lo que son porque sus padres “los
mandan junto con la mochila en un taxi” cuando ellos sólo querrían hacer el
camino de la mano de ellos
·
Que la homeopatía y la química son compatibles y
necesarias cada una de ellas en distintos casos
·
Que “el amigo sensible” es un juego divertido y
que acerca a la gente
·
Que estar en contacto con la naturaleza te trae
optimismo
·
Y que ser feliz y reírse se consigue subiendo unas escaleras como si subieras el Himalaya y doliéndote hasta las pestañas.
Tras la
fantástica experiencia del año pasado en Julio de 2014, lo hice con mi amiga
Elisa y fue fantástico. Hicimos el Camino
Norte desde Lourenzá, esta vez sin calor y prácticamente solas, estuvo
genial. Aquí hubo menos espiritualidad, jajaja, pero cuanta charla sobre
positividad y sobre poder si uno quiere y se lo propone.
Pudimos dormir
siempre en albergues públicos, lo que hizo que durante siete días tuviéramos una
especie de “familia de viaje”. Esta vez los paisajes no marcaron tanto el
Camino porque eran etapas por donde prácticamente hemos pasado toda la vida,
pero pensar que desde nuestras casas llegamos a Santiago (donde hemos estudiado)
ha sido simplemente fantástico.
En este Camino
he aprendido:
·
Que a veces somos más fuertes de lo que
pensábamos y podemos con “la mochila” todos los días
·
A no juzgar a la gente de entrada
·
Que una “ampolla” no te amarga la vida si no le
dejas
·
A ser flexible, se puede dormir en sitios y “entre
mantas” que nunca creeríamos
·
Que si te lo propones se puede “llegar” a
Santiago o a donde quieras
·
Que la cabeza tiene más poder que el físico
·
Que esforzarte en ayudar a alguien en sus años
más difíciles siempre trae una recompensa
·
Que con la mochila “mas ligera” del camino se
llega
·
Que una pastilla de jabón te hace la vida más
fácil
·
Que unas planchas del pelo “a veces” también
necesitan que se las pasee por el mundo
·
A que “el padre de mis hijos” va a ser soso
No sé si esto habrá resumido bien
lo que han significado para mi estas dos experiencias, simplemente decir que
han sido FANTASTICAS y que después de ellas hay cosas que han cambiado para
siempre. Además no pienso renunciar a reírme como una loca una semana al año y
vivir unas vacaciones “distintas”.
Quiero dar las gracias a
Margarita y Elisa con “caminar” conmigo en la vida, y por compartir conmigo
esta experiencia, sin ellas no habría sido lo mismo, habría sido genial,
igualmente, pero distinto.