En enero escribí un post que se titulaba Planes A. Los planes A son aquellos difíciles de alcanzar, que te sacan de tu zona de confort y que suponen un esfuerzo tratar de lograrlos, pero cuando se cumplen la satisfacción que provocan y las endorfinas que generan son bestiales y te hacen feliz.
En ese post, hablaba de los dos planes A que me había marcado para el 2017, uno era deportivo, correr una media maratón, y a ese le dediqué su trocito en este blog con "21 Kms de felicidad" y el otro era hacer teatro, y es a este plan al que va dedicado este post.
A mi siempre me ha gustado mucho el teatro, he visto muchísimo durante los años que viví en Andalucía, desde que vivo en Viveiro, voy siempre que puedo al que programan aquí , y cada vez que viajo a cualquier ciudad lo hago también, me rechifla¡¡¡¡
Quizás sea algo que traigo de serie, me acuerdo de ver el teatro en la tele de pequeña (teatro, zarzuelas, ...) o que las "veladas" del cole me hayan marcado (cuantas hice, y como lo disfrutaba, lo recuerdo como si fuera ayer, y ya han pasado más de treinta años), el caso es que siempre me ha encantado eso de estar en medio de la preparación de una obra. Hace casi diez años, en el IES Los Viveros en Sevilla montamos un grupo de teatro de profes y actuábamos a final de curso, mi "cargo" era ayudante de dirección pero hacía "apariciones estelares" (no me atrevía a más), que me sacaban de la zona de confort (o sea nervios en estado puro), aún así merecía la pena. La verdad es que lo mío no es la interpretación, yo disfruto leyendo los textos, rehaciéndolos, apuntando, y con la producción ya ni os cuento, pero cuando me apunté al grupo TeatroCrea sabía que esta vez me tocaba actuar. Y como me alegro de haberme atrevido, porque después de seis meses, ayer 29 de septiembre estrenamos la obra E tí, sabes de que cor son todas as laranxas? basada en textos de Carlos Casares, y ha sido una experiencia maravillosa y emocionante, que soy consciente de que todavía no he digerido bien, pero tengo toda la semana para disfrutarlo, saborearlo, gestionarlo, meditarlo, y asimilarlo. Este final del camino (que no es más que el principio de otro), ha sido bueno, pero el proceso de llegar hasta aquí me ha encantado y lo he disfrutado a cada momento.
Sigo sin actuar bien, pero os puedo asegurar que lo hago mejor que hace seis meses, y lo que es más importante, ahora sé que puedo hacerlo, en mayor o menor medida, pero puedo.
Eso sí, sobre esto tengo una reflexión. Así como cuando corres, alcanzar una meta, un tiempo, un reto, es algo que depende de ti, de tu esfuerzo y entreno, en el caso del teatro, al menos en mi caso no ha sido así, es más creo que lo que ha dependido de mí ha sido lo mínimo, y todo lo demás se ha debido al grupo con el que actúo, TeatroCrea.
Así que lo primero que tengo es que darles las gracias en primer lugar por la acogida que han tenido conmigo todos, cuando llegas a un grupo que lleva seis años trabajando juntos, puede ser difícil o fácil entrar, y en este caso ha sido facilísimo.
Gracias a Virginia por invitarme a unirme a ellos, si no me hubiese animado probablemente nunca lo hubiese hecho, y nunca hubiese "llorado de la risa" conduciendo Gañidoira abajo, llevando en el maletero un pozo y un limonero lleno de naranjas.
Gracias a Victor por cada conversación que he tenido con él sobre "como actuar", de todas he sacado algo que me ha servido (lo tengo en la cabeza, espero que poco a poco vaya saliendo), y por cada vez que ha interpretado un monólogo delante de mi, porque me produce emociones estéticas en estado puro, y como dice Bisquerra, eso es bueno para el bienestar.
Gracias a Rosa por sus actuaciones de "diva", me río sola viéndola, es una actriz de verdad, y todavía no me puedo creer que sea tímida.
Gracias a Juan Carlos porque ver a una persona de su edad, con las ganas de ensayar y actuar, es una lección.
Gracias a Josemi por su risa contagiosa, aunque a veces no sea capaz de contenerse.
Y muchísimas gracias a Lara, quizás no vaya a llegar mucho más lejos de lo que he llegado en esto de crear un personaje y dejar que me habite, pero para mi ha sido muchísimo más de lo que podía imaginar, y nunca lo hubiese logrado sin ella. Cada cosa que dice, cada charla, cada idea, está cargada de mensaje y creatividad, he visto como la obra crecía día a día, no sólo en el decorado y el vestuario (que es magnífico) sino en como le ha dado volumen y vida cada escena, diálogo y personajes, y simplemente he flipado, es verdad que nosotros tenemos que actuar, pero yo todo lo que he hecho ha sido siguiendo sus indicaciones e ideas (en la medida que he podido), sin ella nunca lo hubiese logrado.
Así que mi debut de ayer se lo debo a todos ellos. Habrá más actuaciones, seguro que mejores, más divertidas, y más espectaculares incluso, pero para mi ya no será la primera por eso quería vaciar como me siento aquí (aunque todavía sigo un poco "bloqueada").
Respecto a la obra deciros que si podéis me encantaría que vinieseis a vernos.
Es una obra para niños, pero que a los adultos si os dejáis llevar os puede devolver a la niñez y vais a pasar un rato divertido.
Sinopsis: ¿Alguna vez has visto que de un limonero saliesen naranjas? Los personajes desde cuento se juntan en la huerta de Anxa y Elías, para guiarnos por un mundo mágico y lleno de color que nace al brotar de un limonero unas enormes naranjas encantadas. Desde ese momento no dejan de sucederse disparatadas situaciones en las que personas, animales o cosas del lugar buscan soluciones conjuntas desde las más peculiares perspectivas de la vida.