domingo, 18 de enero de 2015

O CAPITÁN MI CAPITÁN, QUE BONITO ES INVOLUCRARSE

No me había dado cuenta de que  aún no había escrito ningún post sobre mi trabajo,  pero ayer en mi face escribía sobre como me había divertido trabajando esta semana y mi amiga Marga me decía “que bueno disfrutar trabajando”, así que creo que ya ha llegado ese momento.
Soy profe, he trabajado diez años en Andalucía y ahora llevo cuatro cursos (ya¡¡¡ que rápido pasa el tiempo) en un insti de Viveiro. Durante estos catorce años he visto profesionales de todo tipo, es más, yo soy bastante “enfadona “ con todos aquellos compañeros que “no hacen nada” , y es verdad que los hay, porque además la Administración Pública no valora para nada a los profesionales que más se esfuerzan y trabajan, pero mi post no va dedicado a los “que no hacen nada”, si no a todos aquellos (que son la mayoría) de los que se habla menos y son los que gracias a ellos los centros educativos funcionan y los alumnos consiguen una formación no sólo académica sino también personal.
Oyes a los padres, a los alumnos y a nuestro propio ministro criticar al profesorado por lo poco que trabajamos, las vacaciones que tenemos, lo mucho que cobramos. Supongo que hablan de esa manera porque no conocen el trabajo de los profesores que están involucrados al cien por cien.
Durante todos estos años y desde que he llegado a Viveiro he intentado involucrarme al máximo en todos los proyectos que se llevan a cabo en mi insti, porque considero que tan importante es que los alumnos reciban sus clases como que participen en excursiones y actividades alternativas,  y poco a poco he ido participando en muchas de  esas actividades.
La verdad es que he tenido mucha suerte, porque en este centro hay un montón de profes que se lo curra y trabajar con ellos es un placer.
Estos dos últimos meses he disfrutado más que nunca, por qué?
Pues en diciembre Merche, Emma y Yo organizamos el festival de Navidad (muchos compis nos ayudaron con la logística durante el día del evento), dos días de trabajo, con mucha improvisación, pero que fue un éxito por lo que le gustó a todo el mundo y por lo que disfrutaron todos los alumnos que participaron. Un subidón bestial de experiencia y autoestima para los chavales. Y para mí ni os cuento, los alumnos también nos dan lecciones a nosotros.

Esta semana he ido de excursión a la nieve con los alumnos de tercero y mis compis de educación física, Marilu y Fran, y ha sido una pasada. Los alumnos se han portado genial, y ver sus caras de felicidad y lo
bien que se lo han pasado ha merecido la pena. Han sido veinticuatro horas pendientes de ellos, pero ha sido divertidísimo, me he reído como hacía tiempo. Y he aprendido de mis compañeros de viaje que ni os cuento.
La semana que viene voy con mis alumnos ya mayores a visitar Currican (estuvimos en Inditex en Noviembre), una empresa de conservas que hay en Xove, visita que a los alumnos les sirve tanto como muchas de las clases que les damos diariamente.
Y así se pasan son los cursos, y pasan un montón de chavales por nuestras manos, que el día de mañana puede que no recuerden muchos de los conocimientos que le hemos impartido pero que recordarán siempre lo que han sentido y como se lo han pasado en estas otras actividades.
Así que quiero felicitar a “mis compis de café”  que son unos supercurrantes y a los otros compañeros que curran cada día por sacar adelante estas actividades sin recibir, ya no digo una retribución, sino el reconocimiento por parte del resto de la comunidad educativa.
A partir de hoy no voy a prestar atención a lo que otros “no hacen”, sólo me voy a fijar en lo que muchos “hacen”. La felicidad se alcanza mirando lo bueno y positivo.