miércoles, 5 de noviembre de 2014

NO ES NADA PERSONAL

El domingo por la noche estuve colgada de skype con mi a miga Ana hablando de un montón de cosas, actitudes y experiencias que nos afectan y nos han afectado a lo largo de la vida, y ayer me llegó a través de mi amiga Josefa un artículo que salía en El País titulado "No es nada personal", y he decidido dedicarle un post a esto de que no te afecten las cosas, y en consecuencia ser más feliz.
Yo siempre he sido desde pequeña bastante "enfadona", siempre me he enfadado mucho cuando consideraba que alguien no hacía lo que "YO CREIA" que era lo que se debía hacer.
Los años y alguna experiencia un poco traumática en el ámbito laboral me hizo acabar en manos de un profesional que ya en ese momento me abrió los ojos, su frase lapidaria (fue lo que me pareció en ese momento) fue: "la culpa no es de los demás es tuya", a continuación me lo explicó, es culpa tuya porque eres tú la que deja que te afecte lo que hacen los demás.
He de reconocer que desde ese momento mi percepción de lo que hacen los demás cambió y sobre lo que los demás opinaban sobre mi comportamiento también.
Hasta ese momento siempre había pensado que las reglas con las que yo vivía eran las adecuadas, que todo el mundo debía respetarlas, y que no hacerlo era poco menos que un sacrilegio y que el fin era amargarme la existencia (un poco egocéntrica no?), esas sesiones profesionales me abrieron los ojos, esas reglas son las mías y sólo valen para mi y probablemente para mucha gente de la que me rodeo porque tendemos a conectar con afines, pero no tienen porque ser válidas para la mayoría de la gente y en ese punto, no es nada personal, la gente no tiene otras reglas por martirizarme, sino porque todos no somos iguales. Y yo no soy la guardiana de la moral de nadie para decir que está bien y que está mal y por supuesto tampoco tengo porque ser juzgada por las reglas morales de los demás.
Es verdad que la teoría es muy probable que nos la sepamos todos, y lo difícil es llevarlo a la práctica pero al menos lo intento todos los días, aunque también he de decir que unos días con mas suerte que otros, los días que no lo consigo, trato de no verbalizarlo, porque si lo mencionas se convierte en real automáticamente y a partir de ahí entrar en barrena y no desconectar es automático.
Lo que sí he hecho es alejarme de todas aquellas personas que son "tóxicas" y que viven en la permanente crítica a los demás, y que nunca ven nada positivo en nada, creo que es lo poco que consigo llevar medianamente a cabo.
La verdad es que leído lo anterior, parece que no me enfado nunca y que ya nada me afecta, las personas que me conocen y conviven conmigo diariamente saben que eso no es cierto, sobre todo en algún ámbito, pero os prometo que lo intento cada día, de algo tiene que valer no?
Como dice el artículo he descubierto que "el enfado ante las actitudes de los demás es pura elección".